MADRID 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER) han advertido que el uso excesivo de aire acondicionado, unido a la exposición a cambios bruscos de temperatura, puede favorecer la aparición de contracturas musculares, por lo que han aconsejado mantener una temperatura ambiental moderada, nunca inferior a los 22 grados, y evitar cambios repentinos.
La llegada del verano implica un cambio significativo en las rutinas y hábitos, que aumenta el riesgo de sufrir molestias y lesiones en la espalda, según han alertado desde la GEER. Sus especialistas apuntan, entre otros, a las altas temperaturas, el aumento abrupto y poco progresivo de la actividad física o los viajes prolongados como principales amenazas.
Así, han pedido precaución cuando se acuda a la piscina o a la playa si el agua está muy fría. Del mismo modo que hay que evitar los cambios bruscos de temperatura relacionados con los aires acondicionados para prevenir contracturas, han explicado que se debe actuar igual con el baño, por lo que es preferible entrar en el agua poco a poco.
En cuanto a la práctica de actividad física, han animado a realizarla, pero de forma gradual y progresiva, ya que el inicial entusiasmo que acompaña el inicio del ejercicio en verano puede llevar a un aumento abrupto de este, sin la adecuada preparación previa. Los expertos han aconsejado que cada sesión comience con una serie de ejercicios de calentamiento y estiramientos, para evitar sobrecargas y lesiones musculares o articulares.
Igualmente, han pedido cautela con las actividades acuáticas típicas del periodo estival, que pueden resultar muy beneficiosas, ya que favorecen la movilidad y el fortalecimiento muscular, siempre que se realicen de forma progresiva. Los estilos de crol y espalda son particularmente beneficiosos para la columna, han precisado.
En la misma línea, han advertido sobre la práctica de deportes en la playa, al ser una superficie inestable. Correr, dar paseos muy largos o practicar deportes sobre la arena puede afectar la estabilidad lumbar y sobrecargar las articulaciones. Por ello, han recomendado el uso de calzado adecuado, evitar impactos repetidos y adaptar la intensidad de la actividad al terreno.
Los profesionales también han indicado que, en la playa, se eviten malas posturas al tumbarse. Si es en una silla, han instado a hacerlo siempre con respaldo y, si es en una toalla sobre la arena, hay que intentar siempre tener un apoyo cervical y que la columna mantenga tanto su curva cervical como su curva lumbar fisiológica.
Otra actividad frecuente en la playa es leer. Si se opta por ello, han aconsejado que el libro o dispositivo elegido se mantenga a la altura de los ojos y evitar sostenerlo con los brazos extendidos mucho tiempo. Lo ideal es utilizar una tumbona reclinable y, si se decide leer boca abajo, han destacado que es mejor hacerlo brevemente, mientras que si se hace bocarriba, es mejor que la cabeza descanse sobre una toalla enrollada o almohada.
PREPARACIÓN DEL VIAJE Y TRAYECTO
Por otra parte, han apuntado a la baja percepción de peligro en torno al transporte de equipaje, que es, sin embargo, una fuente importante de lesiones. Los expertos han aconsejado usar equipaje con ruedas, no cargar peso unilateralmente, y evitar giros de tronco al levantar el peso. A la hora de preparar la maleta, se debe hacer a una altura adecuada, evitando una flexión excesiva del tronco.
Durante viajes largos, han sugerido el uso de accesorios ergonómicos y recordar que la posición recomendada es la de la espalda bien apoyada en el respaldo, con rodillas y caderas en ángulo recto, pues la tendencia de ir deslizando la zona baja de la espalda hacia la parte delantera del asiento, colocándola en una posición inclinada que no es en aconsejable.
A este respecto, han recordado la importancia de hacer pausas frecuentes, al menos cada dos horas, para estirar si el viaje es en coche; si es en avión o tren, han sugerido levantarse cuando esté permitido y caminar por el pasillo.
Una vez en el lugar de vacaciones, han insistido en seguir prestando atención al sueño y la postura. Dormir en colchones de menor calidad puede agravar problemas ya existentes o generar molestias, por lo que han aconsejado mantener una postura adecuada y usar almohadas que alineen correctamente la columna.
En definitiva, los expertos de la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER) han recordado a la población, tanto a quienes ya padecen alguna dolencia como a quienes gozan de buena salud, que la relajación y el descanso no deben ser sinónimo de descuido postural, pues precisamente con la llegada del verano y el cambio de rutinas muchas personas experimentan molestias o incluso dolores en la columna vertebral que están provocados por estos nuevos hábitos veraniegos.