Publicado 25/06/2025 04:24

Infosalus.- La SEN alerta de que el 30% de las personas menores de 50 años que sufren un ictus ha consumido drogas

Archivo - Mano de hombre sosteniendo un paquete de plástico on polvo de cocaína u otras drogas.
Archivo - Mano de hombre sosteniendo un paquete de plástico on polvo de cocaína u otras drogas. - DEDMITYAY/ ISTOCK - Archivo

MADRID 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha advertido de que aproximadamente un 30 por ciento de las personas menores de 50 años que sufren un ictus afirman que han consumido drogas ilícitas previamente.

En el marco del Día Mundial contra la Droga, que se celebra el 26 de junio, la Sociedad ha asegurado que el consumo de drogas ilícitas se ha convertido en uno de los factores en aumento entre los casos de ictus en personas jóvenes. Con estos datos, la SEN quiere alertar del impacto y de los riesgos reales que tiene el consumo de estas sustancias en la salud vascular y cerebral.

Así, recuerda que la incidencia de ictus en adultos jóvenes ha aumentado constantemente en los últimos 20 años, al igual que el consumo de drogas ilícitas o de abuso. De los 100.000 casos de ictus que aproximadamente se producen cada año en España, la SEN estima que entre el 10 por ciento y el 20 por ciento se dan en personas de entre 18 y 50 años.

Además, en la última década, los casos de ictus en personas de entre 20 y 64 años han aumentado alrededor de un 25 por ciento. Según la SEN, detrás de este incremento -que se ha producido en prácticamente todos los países europeos- no solo están las mejoras en el diagnóstico de esta enfermedad, sino también una mayor prevalencia de factores de riesgo entre la población más joven y, cada vez más, por el creciente uso de drogas.

"La edad es el principal factor de riesgo no modificable para padecer un ictus, pero en los últimos años estamos observando que, mientras los casos de ictus en personas mayores están disminuyendo gracias al mejor control de los factores de riesgo vascular clásicos (hipertensión arterial, tabaquismo, colesterol, obesidad/sobrepeso, diabetes) y la introducción de nuevos tratamientos, la incidencia entre adultos jóvenes está aumentando", ha indicado Marta Guillán, miembro del Grupo de Estudio de Neurología Crítica e Intensivista de la Sociedad Española de Neurología.

Sin embargo, Guillán ha explicado que "detrás de este aumento está una mayor prevalencia de estos factores de riesgo vascular, incluyendo el sedentarismo y el estrés en la población joven, pero también un aumento claro del consumo de drogas ilícitas que llega hasta el 30 por ciento en algunos estudios poblacionales".

LA DROGA ES UN FACTOR DE RIESGO ESPECIALMENTE RELEVANTE EN JÓVENES

La SEN señala que, en Europa, aproximadamente el 30 por ciento de las personas de entre 15 y 64 años han consumido alguna vez una droga ilícita. El cannabis, la cocaína, el éxtasis, las anfetaminas y la heroína u otros opioides son las sustancias más consumidas y, además, este consumo ha aumentado notablemente en la última década.

Según los últimos datos disponibles, un 19 por ciento de los jóvenes españoles (entre 15 y 34 años) y un 10 por ciento de la población adulta española (entre 15 y 64 años) ha consumido cannabis en el último año; un 3 por ciento de los jóvenes y un 2,4 por ciento de la población adulta ha consumido cocaína; un 1,8 por ciento y un 0,8 por ciento, respectivamente, ha consumido éxtasis; y un 1,1 por ciento y un 0,6 por ciento, anfetaminas.

Además de un mayor consumo entre los jóvenes, la mayor parte de las personas con trastornos por consumo de drogas también lo son, e incluso una cuarta parte son menores de edad. "Esto convierte al uso de sustancias tóxicas ilícitas en un factor de riesgo especialmente relevante en pacientes jóvenes, quienes están expuestos a un mayor riesgo de ictus tanto por el consumo directo como por otras consecuencias derivadas de su uso, como por ejemplo, infecciones", advierte la SEN.

"Está sobradamente demostrado que la cocaína, los opiáceos o las anfetaminas son sustancias que pueden provocar tanto ictus isquémicos como hemorrágicos. Pero además, drogas que antes se creían inocuas en términos de riesgo vascular -como el cannabis, el éxtasis o el LSD- ahora también sabemos que se asocian con un mayor riesgo de padecer ictus", ha indicado Guillán.

En este sentido, la experta ha detallado que "existen una serie de nuevas drogas como las catinonas sintéticas (mefedrona, metedrona, metilcatinona, MDPV), cannabinoides sintéticos, poppers, GHB, GBL, ketamina, tusi o agua de Dios, entre otras, que también representan un riesgo vascular o pueden causar daño en el sistema nervioso y cuyo consumo ha aumentado considerablemente en los últimos cinco años, sobre todo en contextos de policonsumo o en prácticas como el chemsex".

DAÑOS EN EL SISTEMA NERVIOSO

Después del Reino Unido, España es el segundo país de Europa donde más cocaína se consume. La cocaína es, además, la segunda droga ilícita más consumida tras la marihuana, y la más comúnmente asociada con el riesgo de ictus. La SEN afirma que hay abundante evidencia científica de que su consumo está fuertemente vinculado a un mayor riesgo de ictus: las probabilidades de padecer un ictus en las 24 horas posteriores al consumo se multiplican por siete, y su uso frecuente (más de una vez por semana) puede duplicar ese riesgo.

Además, asegura que otras sustancias como el éxtasis aumentan más de cuatro veces la probabilidad de sufrir un evento vascular grave; el consumo de heroína y otros opioides incrementa el riesgo 3,6 veces, y el cannabis casi lo duplica. "En consecuencia, los consumidores de drogas de abuso tienen un riesgo 6,5 veces mayor de ictus tanto hemorrágico como isquémico", apunta la Sociedad.

En este punto, insiste en que el consumo de drogas ilícitas puede dañar el sistema nervioso de diferentes maneras: produciendo toxicidad neuronal y con ello deterioro cognitivo precoz; daño sobre los vasos sanguíneos, lo que puede producir tanto ictus isquémicos como hemorrágicos (causan emergencia hipertensiva, vasoespasmo, vasculitis, aterosclerosis acelerada y aumento de la agregación plaquetaria), así como predisponer la formación de aneurismas; y también afectando al centro respiratorio y al nivel de conciencia, lo que puede llevar al coma y a la muerte.

Estos daños pueden aparecer tanto con el consumo ocasional de drogas, como el consumo habitual, la sobredosis e incluso la abstinencia. "Existe evidencia científica suficiente para afirmar que el consumo de drogas es un factor de riesgo vascular y que no existe ningún nivel de consumo seguro que sea inocuo para nuestro cerebro. Además, pueden deteriorar permanentemente las capacidades cognitivas, provocar demencias precoces e incluso inducir comas", señala Guillán.

"Especialmente en personas jóvenes, el consumo de drogas supone un problema fundamental de salud, por lo que es importante concienciar a la población de sus efectos e intentar prevenir el daño asociado a su consumo. Mantener nuestro cerebro alejado de las drogas también es invertir en salud cerebral", ha finalizado la especialista.

Contador