Publicado 13/06/2025 05:51

Irán.- Natanz, símbolo de las aspiraciones nucleares de Irán y objetivo militar recurrente para Israel

Archivo - July 2, 2020, Natanz, Florida, USA: This photo released on Thursday by the Atomic Energy Organization of Iran, shows a building after it was damaged by a fire, at the Natanz uranium enrichment facility some 200 miles (322 kilometers) south of th
Archivo - July 2, 2020, Natanz, Florida, USA: This photo released on Thursday by the Atomic Energy Organization of Iran, shows a building after it was damaged by a fire, at the Natanz uranium enrichment facility some 200 miles (322 kilometers) south of th - Europa Press/Contacto/Tampa Bay Times - Archivo

MADRID 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

La instalación de Natanz, atacada esta pasada madrugada por Israel, es la representación de las aspiraciones nucleares de Irán y la punta de lanza de un programa de enriquecimiento de uranio que ha enfrentado a las autoridades iraníes con Israel y sus aliados desde que el mundo tuviera conocimiento por vez primera de su existencia en 2002 a través de un comunicado de la oposición iraní.

Un año después, el entonces director general de la agencia nuclear iraní, Gholamreza Aqazadeh, confirmó la entrada en funcionamiento de la planta como el inicio de un ambicioso programa de energía nuclear a partir del enriquecimiento de uranio, y procedió a abrir las puertas de la instalación a los expertos de la agencia homóloga de la ONU el 21 de febrero, solo una semana después de hacer el anuncio.

La ahora conocida oficialmente como Instalación Nuclear Shahid Ahmadi Roshan (en honor al científico Mostafa Ahmadi Roshan, asesinado en 2012 por Israel), en la céntrica provincia de Isfahán, a 220 kilómetros al sureste de Teherán, y rodeada de un sistema de defensa aérea, comprende al menos 100.000 metros cuadrados de instalaciones en la superficie y casi 60.000 metros cuadrados bajo tierra, donde se encuentran las centrifugadoras de uranio, protegidas por un escudo de cemento de siete metros de grosor.

Sucesivos incidentes han transformado la instalación, como el ataque informático de 2010 con el virus Stuxnet o la explosión ocurrida en julio de 2020 -- que Irán acabó atribuyendo a un ataque israelí -- que destruyó parte del Centro de Ensamblaje de Centrifugadoras, un área que ahora mismo está siendo reconstruida bajo tierra en las montañas de Zagros, unos pocos kilómetros al sur de la planta principal, según entendió el 'think-tank' estadounidense Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional.

En su informe al respecto, publicado en 2022, el grupo de expertos veía complicada su entrada en funcionamiento a corto plazo pero ya estimaba que las nuevas instalaciones de Zagros se encontrarían a entre 80 y 145 metros bajo tierra, el doble de la profundidad actual.

El director general de la agencia nuclear de la ONU, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, visitó por última vez la instalación de Natanz en noviembre del año pasado, en un esfuerzo fallido por reactivar en su totalidad el acuerdo alcanzado en 2015 entre Irán y la comunidad occidental, agonizante desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonará unilateralmente el pacto tres años después de que lo firmara su predecesor, Barack Obama.

Grossi no reveló si había visitado también las instalaciones subterráneas, que de momento han quedado intactas: Israel, en su confirmación del ataque de esta madrugada contra Natanz, solo apunta daños contra una sala de enriquecimiento de uranio, centrifugadoras, sala eléctrica e infraestructura, todo bajo tierra, así como un centro de control y un transformador eléctrico en la superficie.

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