El Ejército israelí dice que son dos supuestos miembros de Hezbolá, entre ellos "un comandante" de la Fuerza Raduán
MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
Al menos dos personas han muerto este lunes en sendos ataques con drones perpetrados por el Ejército israelí contra el sur de Líbano a pesar del alto el fuego pactado en noviembre de 2024, bombardeos que han dejado además varios heridos, tal y como han denunciado las autoridades libanesas.
El Ministerio de Salud libanés ha anunciado en un comunicado la muerte de un civil que circulaba en motocicleta en el municipio de Beit Lif, en la gobernación de Nabatiye, cerca de la frontera, como resultado del ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Apenas unas horas antes otra persona había muerto en otro bombardeo ejecutado por un aparato aéreo no tripulado contra una furgoneta en las inmediaciones de Deir Kifa, en el distrito de Tiro, también en el sur del país. Además, se han registrado ataques con granadas incendiarias en Naqura, Dhaira y Chihine, lo que ha desatado varios fuegos, según el diario 'L'Orient le Jour'.
Por su parte, el Ejército de Israel ha afirmado a través de un comunicado que los muertos son dos presuntos integrantes del partido-milicia chií Hezbolá, que no se ha pronunciado sobre este extremo.
Así, ha manifestado que uno de los muertos es Alí Abdelhasán Haider, al que identifica como "un comandante" de la Fuerza Raduán, la unidad de élite de Hezbolá. "Haidar promovió numerosos planes terroristas contra ciudadanos israelíes y las FDI", ha apuntado.
"Durante los últimos meses, Haidar estuvo implicado en intentos para restaurar la infraestructura terrorista de Hezbolá en el sur de Líbano. Sus acciones eran una violación flagrante de los entendimientos entre Israel y Líbano", ha esgrimido, en referencia al alto el fuego.
En este sentido, ha manifestado que el segundo muerto es "otro terrorista de Hezbolá", al que no ha identificado, y ha hecho hincapié en que "las FDI seguirán actuando para eliminar cualquier amenaza para el Estado de Israel".
Israel justifica este tipo de ataques contra Líbano argumentando que actúa contra actividades de Hezbolá y que, por ello, no viola el alto el fuego pactado en noviembre, si bien tanto Beirut como el grupo se han mostrado críticos con estas acciones, igualmente condenadas por Naciones Unidas.
El pacto, alcanzado tras meses de combates al hilo de los ataques del 7 de octubre de 2023, contemplaba que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano. Sin embargo, el Ejército israelí ha mantenido cinco puestos en el territorio de su país vecino, algo también criticado por las autoridades libaneses y el grupo chií, que exigen el fin de este despliegue.