La ONG apunta al "caos" causado por las medidas de Washington y advierte sobre los riesgos de reclutamiento por parte de los yihadistas
MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Amnistía Internacional ha alertado este martes sobre el impacto de los recortes de ayuda por parte de Estados Unidos sobre personas detenidas de forma "arbitraria e indefinida" en zonas bajo control kurdo en Siria por sus supuestos lazos con el grupo yihadista Estado Islámico.
"El caos creado por los recientes recortes aleatorios en la financiación estadounidense debe impulsar la reducción rápida del número de personas detenidas de forma arbitraria e indefinida en el noreste de Siria por su presunta vinculación con Estado Islámico", ha indicado la organización.
Así, Amnistía Internacional ha apuntado que decenas de miles de personas, incluidos supervivientes de crímenes y abusos a manos de Estado Islámico, se encuentran detenidas en más de 20 centros y campamentos de detención en territorios controlados por la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES), nombre oficial de las autoridades kurdo-sirias.
La ONG ha hecho hincapié en que estos recortes anunciados por Washington tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca han generado una situación "caótica" caracterizada por el debilitamiento de los servicios básicos en estos lugares, entre ellos los campamentos de Al Hol y Roj.
"El caos creado por los recortes en la financiación de la Administración Trump podría tener efectos catastróficos para las decenas de miles de niños, niñas, mujeres y hombres recluidos en el noreste de Siria", ha destacado la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.
"Es intolerable que la Administración Trump debilite aún más uno de los campos más inestables del mundo interrumpiendo abruptamente la financiación de servicios esenciales, dejando así una carga extrema sobre las autoridades autónomas y los actores humanitarios", ha señalado.
Amnistía Internacional ha especificado que para su informe ha entrevistado a 27 personas, incluidos trabajadores de organizaciones no gubernamentales, representantes de las autoridades autónomas y residentes en los campamentos de Roj y Al Hol, un lugar que se vio sumido en el "caos" tras el anuncio de Washington sobre la suspensión de la ayuda.
IMPACTO SOBRE NUMEROSOS PROGRAMAS
En este sentido, ha recordado que la coordinación de la situación en Al Hol está en manos de la ONG estadounidense Blumont, que recibe ayuda de Estados Unidos, lo que llevó a que el 25 de enero los cerca de 300 trabajadores de la organización, incluidos miembros del personal de seguridad, no se presentaran en sus puestos el 25 de enero tras la decisión estadounidense.
Yihan Hanan, representante de las autoridades autónomas y administradora del campamento, recuerda que ese día estaba programado con Irak la repatriación de 600 iraquíes, por lo que tuvo que irrumpir en una de sus oficinas para obtener información sobre la base de datos que maneja Blumont. Además, la situación terminó por derivar en el saqueo de almacenes.
La AANES tuvo que recurrir además a la ayuda de otra ONG para garantizar el reparto de comida, al tiempo que contrataron a cerca de 40 guardas de seguridad para proteger las oficinas, una situación que se vio solucionada parcialmente un día después, cuando Estados Unidos concedió una exención a Blumont que permitió recuperar parte de la financiación.
Por contra, Estados Unidos recortó también en abril la financiación a una ONG que llevaba comida al campamento, medida que estuvo en vigor durante un día y que la Administración de Donald Trump describió posteriormente como un error. En total, Washington ha recortado ayuda por valor de 117 millones de dólares () en proyectos en el noreste de Siria, si bien parte ha sido restaurada.
En este sentido, personas entrevistadas por Amnistía Internacional han explicado que estaban preocupadas por la reducción de los servicios sanitarios en Al Hol, incluido el cierre de centros de salud y una rebaja en el número de ambulancia para servicios de urgencia. Además, se han perdido programas en centros de rehabilitación para niños separados forzosamente de sus familias en los campamentos.
Además, se han visto afectados diversos programas para ayudar a las personas que salen de Al Hol, incluso con destino a lugares dentro de Siria. Antes de los recortes de financiación, las autoridades autónomas y los grupos humanitarios ya tenían dificultades para satisfacer las necesidades de quienes residían en los campos, según ha recordado Amnistía Internacional.
Una persona que representa a una organización humanitaria ha aseverado que una vez que los contratos del personal finalizan, el proceso de volver a contratar personal y recuperar los programas es complicado, mientras que los recortes de la financiación estadounidense también han provocado la pérdida de personal clave del Foro de ONG del Nordeste de Siria (NES Forum) , la estructura de coordinación humanitaria de la región.
POSIBLE IMPACTO SOBRE EL RECLUTAMIENTO
De esta forma, algunas personas entrevistadas por Amnitía han mostrado su preocupación por la posibilidad de que Estado Islámico aproveche la situación para reclutar a personas que se encuentran en estos campamentos, afectados por unas malas condiciones de vida, una situación ahondada por los citados recortas.
Así, un representante de una organización humanitaria ha explicado que "mientras los servicios disminuyen en estos dos campos y la gente tiene cada vez más hambre y tiene cada vez más dificultades para acceder a servicios básicos, el grito que llega de (...) quienes viven en Al Hol y Roj es (que yihadistas de Estado Islámico) 'vengan a buscarnos'".
Por ello, las autoridades kurdas de Siria lanzaron en abril una campaña de seguridad en el campamento de Al Hol, ante lo que describieron como un "aumento de los intentos de introducir clandestinamente a familias de Estado Islámico" y de "las continuas operaciones de reclutamiento (de Estado Islámico) en el interior de las instalaciones".
Amnistía Internacional ha resaltado además que los últimos acontecimientos en el país, incluida la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024 por una ofensiva de yihadistas y rebeldes, los crecientes lazos entre Damasco y la comunidad internacional y el aumento de la presencia de personal de la ONU podrían ayudar a acelerar el fin de este sistema de detención.
En este sentido, han destacado que las autoridades kurdas trabajan ya en un plan, en coordinación con la ONU para la deportación de todos los iraquíes y sirios presentes en estos campamentos y centros de detención en 2025, lo que supone a cerca del 80 por ciento de los 36.000 residentes en Al Hol.
La ONG ha reclamado a las nuevas autoridades sirias --encabezadas por el líder del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), Ahmed al Shara--, a las autoridades kurdas, a la coalición encabezada por Estadso Unidos y a la ONU que "identifiquen soluciones a crisis pendientes desde hace tiempo".
"Es hora de acabar por fin con este sistema de detención ilícita. Mientras Estados Unidos se dispone a reducir su presencia militar en Siria , no se debe abandonar a quienes siguen viviendo en estos campos", ha dicho Callamard, quien ha ahondado en que "los Estados con nacionales en el noreste de Siria deben fletar vuelos inmediatamente para llevar por fin a casa a sus ciudadanos menores de edad, a quienes los cuidan y a las víctimas potenciales de trata".
"Cualquier adulto restante debe ser sometido a examen para identificar cuáles deben ser investigadas y enjuiciadas por crímenes del Derecho Internacional o crímenes graves tipificados en la legislación nacional", ha dicho. "Todas las demás personas deben ser puestas en libertad, y el Gobierno sirio y los de otros países deben ayudar a reasentar a quienes no puedan volver a casa"", ha zanjado.