Turk alerta del repunte de la violencia y las tensiones políticas y pide mantener el pie el acuerdo de paz de 2018
MADRID, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha expresado este viernes su alarma por "el rápido deterioro" de la situación de los Derechos Humanos en Sudán del Sur, en medio del repunte de la violencia y las tensiones políticas, que han hecho temer con un colapso del acuerdo de paz firmado en 2018 entre el presidente, Salva Kiir, y el antiguo líder rebelde Riek Machar, recientemente imputado por crímenes contra la humanidad.
La oficina de Turk ha apuntado a la existencia de informes que apuntan que en lo que va de año se han registrado 1.854 muertos, 1.693 heridos, 423 secuestrados y 169 víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto, un aumento del 59 por ciento respecto a la cifra total de víctimas en los primeros nueve meses del año pasado y que probablemente sería más alta, debido a las dificultades para documentar estos abusos.
Así, el primer trimestre del año registró el mayor número de víctimas civiles desde 2020, mientras que durante el segundo se vivió un drástico aumento de las víctimas atribuidas a partes convencionales en el conflicto armado y otros grupos armados, pasando de 144 a 438, en comparación con este mismo periodo en 2024.
"Ante los temores de un colapso del Acuerdo de Paz Revitalizado de 2018 y el retorno a la intensificación de la violencia generalizada, me preocupa profundamente la difícil situación de los civiles en Sudán del Sur", ha dicho Turk, quien ha pedido a los firmantes y a la comunidad internacional que "hagan todo lo que esté en su mano para alejar del abismo a Sudán del Sur y hacer que el acuerdo, alcanzado tras duros esfuerzos, se mantiene en pie y es aplicado en su totalidad".
La oficina de Turk ha manifestado que la cifra de víctimas se ha disparado por los combates y las ejecuciones extrajudiciales, incluidos ataques "indiscriminados" desde marzo por parte del Ejército contra zonas pobladas en los estados de Alto Nilo, Jonglei, Unidad, Ecuatoria Central y Warrap, bombardeos que han causado víctimas y el desplazamiento de civiles, además de la destrucción de instalaciones médicas, escuelas y viviendas.
Asimismo, se ha registrado un aumento de la violencia intercomunitaria, que se ha incrementado en un 33 por ciento respecto al año anterior, mientras que al menos 45 personas, entre ellas dos niños, han sido asesinadas en casos de ejecuciones extrajudiciales, principalmente en Warrap y Lagos.
"Hombres, mujeres y niños han sido asesinados, han resultado heridos y desplazados, y hogares, escuelas, centros de salud y otras infraestructuras han sido destruidos, con consecuencias devastadoras para la población civil. Esto es inadmisible y debe cesar", ha apuntado Turk, que ha exigido que los civiles "sean protegidos".
Por otra parte, ha reiterado que los procedimientos contra Machar, líder del opositor Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán-En Oposición (SPLM-IO) y quien ha sido suspendido de su cargo como vicepresidente primero tras su imputación --cargo que asumió tras el acuerdo de paz-- "cumplan totalmente con los estándares internacionales sobre Derechos Humanos".
La imputación de Machar ha provocado un drástico repunte de las tensiones, especialmente después de que el SPLM-IO hiciera la semana pasada un llamamiento a todos su seguidores y miembros a "usar todos los medios disponibles" para "un cambio de régimen". "El actual régimen en Sudán del Sur no está fundamentado en el acuerdo de paz (de 2018), sino que es una cobertura para una dictadura", denunció grupo.
La crisis tiene lugar después de que Kiir promulgara en septiembre de 2024 una enmienda a la Constitución de 2011 para extender otros dos años el periodo de transición, una medida criticada por la comunidad internacional, que reclamó a Yuba avances para la aplicación de la totalidad del acuerdo de paz de 2018, dado que aún no se han materializado algunos de los compromisos, incluida la celebración de elecciones.