MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha descartado que la entrega francesa a Ucrania de hasta un centenar de aviones de combate Rafale F4 vaya a cambiar la situación en el campo de batalla, un argumento ya esgrimido por Moscú para restar importancia al envío de arsenal bélico a Kiev, pero sí aumentará el militarismo.
Para Peskov este nuevo acuerdo entre armamentístico -ratificado el lunes en París por los presidentes Emmanuel Macron y Volodimir Zelenski--, es parte de la postura que Francia ha estado adoptando desde el inicio del conflicto, la cual "no contribuye en absoluto a la paz", recoge este martes la agencia Interfax.
"Francia continúa armando al régimen de Kiev, tanto ahora como con la intención de seguir haciéndolo mañana", ha lamentado el portavoz del Kremlin, quien ha afeado al presidente Macron por estar "alimentando el sentimiento bélico y militarista".
Aún con todo, ha señalado que la venta de estas cien aeronaves, en base a un acuerdo comercial a diez años y que también contempla el compromiso de Ucrania para adquirir sistemas de defensa aérea, de misiles y drones, no influirá en la guerra.
CORRUPCIÓN DEL GOBIERNO UCRANIANO
Peskov también ha valorado el último escándalo de corrupción en el Gobierno ucraniano, que ha costado ya la dimisión de dos de sus ministros, varias órdenes de arresto de altos cargos de la compañía estatal de energía Energoatam, e incluso de antiguos colaboradores cercanos del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
"Es difícil decir a dónde llevará esto, pero una cosa es segura, es improbable que este escándalo quede sin consecuencias", ha dicho Peskov, que comprende las reticencias que puedan llegar de Europa ante las demandas económicas de Ucrania. "Es evidente, a priori que una parte de ese dinero, va a ser robado", ha apuntado.
"Ya hemos escuchado voces de algunas capitales europeas que dicen que ahora se lo pensarán diez veces antes de enviar siquiera un centavo a Kiev", ha asegurado el portavoz, que podría estar aludiendo así a líderes como el húngaro, Viktor Orbán.
La compañía estatal de energía Energoatam es el epicentro del mayor escándalo de corrupción en el seno del Gobierno ucraniano desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, si bien durante este tiempo se han producido otros episodios como aquella trama destapada a principios de 2023 que implicó al Ministerio de Defensa.
En esta ocasión, todo gira alrededor de una trama con la que se habrían malversado hasta cien millones de dólares e incluía sobornos de empresas para hacerse con los contratos de construcción de defensas para las centrales ucranianas. Detrás de ello estaría Timur Mindich, propietario de la productora de televisión que encumbró a Zelenski durante su etapa como humorista.