Publicado 06/11/2025 04:49

Calefacción o aire acondicionado: qué gasta más combustible en el coche y cómo reducir el consumo

Calefacción o aire acondicionado: qué gasta más combustible en el coche y cómo reducir el consumo
Calefacción o aire acondicionado: qué gasta más combustible en el coche y cómo reducir el consumo - UNSPLASH

MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

Mantener una temperatura adecuada dentro del coche no es solo una cuestión de confort, sino también de seguridad al volante. Conducir con frío o con un exceso de calor puede afectar a la concentración y aumentar la fatiga, por lo que el sistema de climatización se ha convertido en un elemento esencial en cualquier vehículo moderno.

En los coches con motor de combustión, ya sean de gasolina o diésel, calefacción y aire acondicionado no consumen por igual. Mientras uno aprovecha el calor que genera el propio motor, el otro exige un esfuerzo adicional que puede incrementar el gasto. Comprender esa diferencia ayuda no solo a ahorrar combustible, sino también a mantener el rendimiento del vehículo y reducir el desgaste del motor.

¿CUÁNTO CONSUME LA CALEFACCIÓN?

A diferencia del aire acondicionado, el sistema de calefacción no necesita energía extra para producir calor. Este sistema aprovecha el calor residual que se genera en el motor mientras el coche está en marcha. Ese aire caliente se canaliza al interior mediante un ventilador eléctrico, cuyo consumo de energía es mínimo.

El gasto de combustible se limita al pequeño esfuerzo que realiza el alternador para cargar la batería que alimenta el ventilador, por lo que se considera prácticamente nulo.

¿CUÁNTO CONSUME EL AIRE ACONDICIONADO?

El aire acondicionado, en cambio, sí incrementa el consumo de gasolina, ya que funciona gracias a un compresor que se acciona por medio del motor. Cuando el sistema está encendido, ese compresor añade carga mecánica al motor, lo que se traduce en un gasto adicional de combustible.

De acuerdo con datos de Endesa, el uso del aire acondicionado puede aumentar el consumo entre un 5 % y un 20 %, dependiendo de la temperatura exterior, la potencia del sistema y el tipo de conducción.

En cifras prácticas, puede suponer entre 0,2 y 1 litro de gasolina por cada 100 kilómetros recorridos. Este esfuerzo adicional también reduce ligeramente la potencia disponible para acelerar, algo que se nota más en vehículos pequeños o cargados.

CÓMO REDUCIR EL CONSUMO AL USAR LA CLIMATIZACIÓN

Aunque el uso del aire acondicionado implique un mayor gasto, existen varias formas de minimizarlo. Los expertos recomiendan ventilar el coche antes de encenderlo, abriendo las ventanas para que salga el aire caliente acumulado. Esto reduce el esfuerzo inicial del sistema y mejora su eficiencia.

Otra medida eficaz es estacionar a la sombra siempre que sea posible, utilizar el ventilador sin refrigeración en días templados y mantener los filtros del aire limpios, ya que la suciedad obliga al sistema a trabajar más.

Por su parte, los especialistas aconsejan esperar unos minutos antes de activar la calefacción tras arrancar el coche, ya que el aire no se calentará hasta que el motor alcance su temperatura óptima. Una vez en marcha, dirigir el flujo hacia los pies y el parabrisas mejora la distribución del calor y evita el empañamiento de los cristales.

¿Y EN LOS COCHES ELÉCTRICOS?

En los vehículos eléctricos, tanto la calefacción como el aire acondicionado consumen energía directamente de la batería, lo que reduce su autonomía. El impacto varía según la temperatura exterior y el tipo de sistema empleado.

En general, el aire acondicionado puede restar entre un 8 % y un 10 % de autonomía, mientras que la calefacción puede superar el 15 %, sobre todo en invierno o en trayectos largos. Los modelos que incorporan bomba de calor son más eficientes, ya que aprovechan mejor la energía térmica y reducen significativamente ese consumo adicional.

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