MADRID 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Asar castañas en casa es uno de los pequeños placeres del otoño, pero no siempre hay tiempo ni ganas de encender el horno o esperar a que se hagan en la sartén. Por suerte, existe una forma rápida, limpia y sin humo de disfrutarlas: el microondas. Eso sí, con un paso previo imprescindible si no queremos que terminen explotando dentro del aparato.
Las castañas frescas contienen bastante agua, y al calentarse se genera vapor dentro de la piel. Si la presión no tiene por dónde salir, el resultado es un estallido asegurado. Por eso, antes de cocinarlas hay que hacer un pequeño corte que actúe como válvula de escape.
CÓMO PREPARARLAS: EL PASO CLAVE PARA QUE NO EXPLOTEN
El truco más importante está en el cuchillo. Basta con hacer un corte en forma de cruz en la parte superior de cada castaña, procurando que atraviese tanto la cáscara dura como la piel más fina del interior. Este gesto evita que revienten durante la cocción y, además, facilita pelarlas después.
Una vez listas, colócalas en un recipiente apto para microondas formando una sola capa. Si tienes muchas, lo mejor es hacerlas en tandas: así se cocinarán de forma uniforme y quedarán tiernas por dentro sin resecarse.
EL AGUA, UN IMPRESCINDIBLE EN LA RECETA
Antes de encender el microondas, añade un chorrito de agua al fondo del recipiente. No hace falta cubrirlas: basta con crear un poco de humedad para generar vapor y conseguir un efecto parecido al de un asado tradicional, pero en mucho menos tiempo.
Después, tapa el recipiente con una tapa especial para microondas o con una lámina de plástico perforada para dejar escapar el vapor sin salpicaduras.
¿CUÁNTO TIEMPO PONER EN EL MICROONDAS?
Programa el microondas a máxima potencia y cocina las castañas durante unos cuatro o cinco minutos. El tiempo exacto dependerá de la potencia del aparato y del tamaño de las piezas, así que conviene comprobar el punto a partir del minuto cuatro.
Estarán listas cuando las dos pieles -la exterior y la interior- se abran ligeramente. Si aún no lo han hecho, dales intervalos adicionales de 30 segundos hasta que estén tiernas.
Una vez fuera del microondas, espera unos minutos antes de pelarlas. El vapor residual ablandará la piel y facilitará retirarla sin quemarte los dedos. En este punto, puedes disfrutarlas tal cual o incorporarlas a recetas dulces y saladas.