Publicado 04/10/2025 02:14

Meter la esponja de cocina en el microondas: por qué lo hacen muchos y qué dicen los expertos

Meter la esponja de cocina en el microondas: por qué lo hacen muchos y qué dicen los expertos
Meter la esponja de cocina en el microondas: por qué lo hacen muchos y qué dicen los expertos - UNSPLASH - PILLE R. PRISKE

MADRID 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

La vida útil de una esponja de cocina es mucho más corta de lo que la mayoría imagina: entre dos y tres semanas como máximo, según el uso. Sin embargo, en muchos hogares se mantiene durante meses, recurriendo a trucos caseros para alargar su duración. Uno de los más habituales es meterla en el microondas para intentar desinfectarla.

Este método consiste en humedecer la esponja y calentarla durante un par de minutos con la idea de reducir la cantidad de bacterias. Aunque puede tener cierto efecto a corto plazo, no siempre resulta suficiente.

De hecho, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) advierte de que "meter las esponjas en el microondas o hervirlas puede reducir parte de la carga bacteriana; sin embargo, estos métodos por sí solos no son adecuados para garantizar que la esponja reduzca la posible contaminación cruzada. Si usa esponjas, compre nuevas con frecuencia".

MÁS DE 300 TIPOS DIFERENTES DE BACTERIAS

La preocupación no es exagerada. En 2017, un estudio publicado en la revista Scientific Reports analizó esponjas usadas en distintos hogares y detectó 362 tipos diferentes de bacterias. Los investigadores calcularon que en un solo centímetro cúbico de esponja -más o menos el tamaño de un dado- puede haber más de 50.000 millones de bacterias, lo que convierte a este utensilio en uno de los objetos más colonizados de todo el hogar, incluso por encima del inodoro.

Los intentos de "sanitizar" las esponjas con calor -ya sea en el microondas o con agua caliente- no lograron reducir de manera significativa la carga bacteriana a largo plazo. En algunos casos, incluso favorecieron la proliferación de bacterias más resistentes. Por ello, los autores del estudio recomendaron sustituirlas de forma regular en lugar de tratar de desinfectarlas.

En la misma línea, la Universidad Estatal de Michigan aconseja reemplazar la esponja cada dos semanas como medida más segura. También propone alternativas más higiénicas como utilizar paños lavables que se puedan desinfectar a alta temperatura o con lejía o bien recurrir a papel de cocina desechable.

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