Publicado 21/11/2025 07:00

Desconecta.- ¿La ropa tendida está húmeda o fría? El sencillo truco para distinguilo

MADRID 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

Hacer la colada es diferente en función de la estación del año en la que nos encontremos. En verano, la ropa se seca rápidamente debido al calor y las prendas rara vez queda con malos olores. Sin embargo, en invierno ocurre lo contrario: tardan días en secarse y la humedad puede provocar aromas extraños.

Además, durante los meses fríos, la ropa tendida en el exterior a veces queda helada, rígida o con una sensación fría que puede confundirse fácilmente con humedad. Esto hace que muchas personas duden sobre si la prenda está realmente seca o si necesita más tiempo en el tendedero. Y aunque a simple vista puede parecer seca, la humedad residual es la principal responsable de los malos olores y del deterioro de las fibras con el paso del tiempo.

Para evitar estos problemas, es fundamental aprender a diferenciar cuándo una prenda está realmente húmeda y cuándo simplemente ha tomado la temperatura del ambiente. Durante los meses fríos, la ropa puede quedar congelada por fuera, pero perfectamente seca en su interior, o al revés: puede parecer seca al tacto, pero aún retener humedad en zonas más gruesas como costuras, puños o cinturillas.

CÓMO AVERIGUAR SI LA ROPA ESTÁ HÚMEDA O FRÍA

Los seres humanos no poseemos la capacidad de captar la humedad con nuestro tacto, sino simplemente el frío. Sin embargo, con los labios --un músculo sensible al tacto-- sí es posible diferenciar entre ún objeto húmedo con uno frío. Tan solo basta con acercar los labios durante unos segundos a la prenda, como si de un beso se tratase. Si los labios se sienten fríos es porque la ropa sigue mojada, pero si se calienta

Uno de los métodos más fiables consiste en presionar la tela en lugar de simplemente tocarla. Al comprimir la prenda entre los dedos, resulta más fácil detectar si aún hay humedad atrapada entre las fibras. Si la zona se siente mojada o desprende un leve frío húmedo, significa que todavía necesita más tiempo. En cambio, si solo está fría por la temperatura exterior, la sensación desaparecerá en cuanto el tejido entre en contacto con el calor de las manos.

Para evitar estos problemas, es fundamental aprender a diferenciar cuándo una prenda está realmente húmeda y cuándo simplemente ha tomado la temperatura del ambiente. Durante los meses fríos, la ropa puede quedar congelada por fuera, pero perfectamente seca en su interior, o al revés: puede parecer seca al tacto, pero aún retener humedad en zonas más gruesas como costuras, puños o cinturillas.

Uno de los métodos más fiables consiste en presionar la tela en lugar de simplemente tocarla. Al comprimir la prenda entre los dedos, resulta más fácil detectar si aún hay humedad atrapada entre las fibras. Si la zona se siente mojada o desprende un leve frío húmedo, significa que todavía necesita más tiempo. En cambio, si solo está fría por la temperatura exterior, la sensación desaparecerá en cuanto el tejido entre en contacto con el calor de las manos.

Otro buen indicador es el peso de la prenda. La ropa húmeda es más pesada que la seca, especialmente en tejidos como el algodón o las toallas. Dar una ligera sacudida puede ayudar a identificar si la tela sigue rígida por la humedad o simplemente ha perdido flexibilidad debido al frío del ambiente.

También es útil revisar las costuras y las partes más gruesas, ya que suelen tardar más en secarse. Si estas zonas están frías pero no transmiten sensación de humedad, la prenda probablemente ya esté lista para guardarse. Sin embargo, si notas rigidez húmeda o un olor a "cerrado", es mejor dejarla un poco más tiempo en el tendedero.

En días especialmente fríos o húmedos, la ropa puede tardar mucho más en secarse, incluso al aire libre. Por eso, muchos expertos recomiendan acelerar el proceso ventilando bien la habitación, utilizando un deshumidificador o colocando el tendedero cerca de una fuente de calor que no esté demasiado próxima para evitar dañar las prendas.

Y si a pesar de todo persiste la duda, hay un truco infalible: colocar la prenda entre las manos unos segundos. Si la tela se calienta rápidamente, está seca. Si continúa fría y algo pegajosa, todavía contiene humedad.

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