MADRID 12 May. (EUROPA PRESS) -
La aparición de pequeños insectos rojos en balcones, ventanas o paredes exteriores durante la primavera y el verano es un fenómeno más común de lo que parece. En la mayoría de los casos se trata de ácaros rojos, un grupo que engloba varias especies.
Entre ellas destaca la Tetranychus urticae, conocida como araña roja, un parásito que afecta principalmente a las plantas; y los ácaros del género Balaustium, pertenecientes a la familia Erythraeidae, conocidos también como ácaros de terciopelo rojo por su color intenso y su cuerpo cubierto de finos pelitos.
Aunque su nombre y su color llamativo puedan generar alarma, estos diminutos arácnidos -de apenas entre 0,5 y 2 milímetros- no representan un peligro para la salud humana ni para las mascotas. Son visibles a simple vista y se activan especialmente con la llegada del buen tiempo, desplazándose con agilidad por muros exteriores, suelos y superficies soleadas.
Según señala la empresa especializada en control de plagas Killvector en su página web, cuando estas especies proliferan sin control en zonas ajardinadas o macetas, pueden causar daños indirectos en plantas jóvenes, especialmente en brotes tiernos, donde su actividad puede frenar el desarrollo vegetal.
¿POR QUÉ APARECEN LOS ÁCAROS ROJOS EN CASA?
Los ácaros rojos se alimentan de plantas, césped y maleza. Al aumentar su población, tanto en primavera como en otoño, buscan nuevos espacios y acceden a los hogares a través de grietas alrededor de puertas y ventanas.
Prefieren los ambientes cálidos y secos, por lo que es habitual encontrarlos en terrazas, alféizares, jardines, muros y otras zonas exteriores expuestas al sol.
Su presencia no implica una infestación preocupante, pero puede resultar molesta, sobre todo porque, al ser aplastados, dejan manchas rojas difíciles de eliminar, y pueden aparecer en gran número. Aunque no dañan estructuras ni atentan contra otros seres vivos, su proliferación puede volverse desesperante si no se actúa a tiempo.
¿CÓMO ELIMINAR LOS BICHITOS ROJOS?
Deshacerse de las "arañas rojas" puede ser una tarea complicada, sobre todo cuando invaden en grandes cantidades. Los especialistas advierten que los insecticidas comunes rara vez son efectivos, ya que no están diseñados específicamente para esta especie.
Así, recomiendan aplicar tratamientos profesionales desde el exterior, con insecticidas residuales que se aplican en puertas, ventanas y zonas soleadas de la fachada, donde tienden a acomodarse o son accesos a los hogares.
CÓMO EVITAR LA PLAGA
Se recomienda crear una franja sin vegetación de entre 18 y 20 cm entre el césped y los cimientos, con materiales como la grava o piedra, para reducir la proliferación. Además, es aconsejable sellar con materiales aislantes todas las grietas y aberturas alrededor de ventanas y puertas.
Gracias a la prevención, se puede reducir su presencia significativamente, aunque evitar completamente su aparición es muy difícil.