MADRID, 29 Oct. (Portaltic/EP) -
OpenAI está desarrollando un asistente de investigación autónomo impulsado por inteligencia artificial (IA) que prevé lanzar en el año 2028, y que se basará en un sistema capaz de "ejecutar de forma autónoma proyectos de investigación más amplios" para acelerar la ciencia.
La compañía ha compartido sus últimos avances en relación a los sistemas de aprendizaje profundo, que están impulsados por modelos cada vez más avanzados con capacidad de resolver tareas complejas de forma más rápida.
En este sentido, OpenAI ha anunciado que está trabajando en el desarrollo de un nuevo asistente al que define como "investigador de IA legítimo", diseñado como un sistema capaz de planificar y ejecutar investigaciones, así como entregar resultados en proyectos complejos, todo ello de forma autónoma, es decir, sin necesidad de intervención humana.
Así lo ha adelantado la compañía en el marco de una retransmisión en directo este martes, en la que la tecnológica también ha confirmado su renovada estructura corporativa, que pasa a ser una sociedad de beneficio e interés común (PBC, por sus siglas en inglés), así como la actualización de su acuerdo de asociación con Microsoft.
Concretamente, junto con el CEO de OpenAI, Sam Altman, la retransmisión contó con la participación del científico jefe de la compañía, Jakub Pachocki, quien detalló que este nuevo asistente de investigación contará con una versión de prácticas para septiembre de 2026, con la que comenzarán a probar sus habilidades, y posteriormente, prevén disponer del "investigador de IA legítimo" listo para 2028.
Pachocki también ha subrayado que este asistente de investigación autónomo se enmarca en un momento en el que "es posible que los sistemas de aprendizaje profundo estén a menos de una década de alcanzar la superinteligencia", esto es, sistemas que superan la inteligencia humana.
Para lograr estos avances, OpenAI ha puesto el foco en continuar mejorando la innovación algorítmica continua, así como en la ampliación del "test time compute", esto último hace referencia a aumentar el tiempo que los modelos dedican a analizar los problemas antes de ofrecer una respuesta.
Teniendo esto en cuenta, la compañía pretende permitir que los modelos dispongan de más tiempo y recursos computacionales para pensar, de manera que puedan llevar a cabo investigaciones y la resolución de problemas verdaderamente complejos.
Con este aumento de recursos, Pachocki ha asegurado que avances como el asistente de investigación en el que están trabajando podrán acelerar descubrimientos en materias como la física, la medicina o la ingeniería. Incluso, aunque se tenga que dedicar la capacidad computacional total de un centro de datos para resolver un problema de investigación.
Por su parte, Altman ha definido este proyecto como una IA que no solo asistirá a los científicos, sino que también podrá formular hipótesis de forma autónoma, diseñar experimentos y, con ello, generar nuevo conocimiento. Todo ello, bajo una perspectiva ética y transparente. "Nuestro compromiso con el desarrollo responsable de la IA sigue siendo absoluto", ha sentenciado.
En cuanto a su reestructuración, Altman ha confirmado que la Fundación OpenAI dispondrá del 26 por ciento de la organización con fines de lucro y dirigirá la investigación. Asimismo, ha aclarado que utilizarán 25.000 millones de dólares (alrededor de 21,5 millones de euros al cambio) para impulsar la cura de enfermedades con IA, así como iniciativas de investigación y seguridad para esta tecnología.